MARÍA
Marzo 2016
Soy María,
Reina de los Cielos y de la Tierra. Niños bien amados, dígnense a acoger el
Manto Azul de la Gracia y reciban mis bendiciones.
… Silencio…
Vengo
después de mis hermanas Estrellas, Ma y Gemma, a completar lo que les ha sido
dicho concerniendo a la Tri-Unidad del femenino sagrado. Mi presencia y mi
acción pretenden estabilizar y apaciguar lo que deba serlo, en el proceso que
describieron mis hermanas.
… Silencio…
En la hora en que muchos de entre
vosotros, despiertos o todavía en el sueño, presienten la inminencia de la
llegada del Cielo sobre la Tierra, hay, como lo comprobáis, una Paz cada vez
más grande que está aquí – no en este mundo, desde luego - sino en lo más
íntimo vuestro, y que es perceptible en vosotros.
Todo lo
que se celebra en vosotros como todo lo que se celebra en vuestra vida,
concurre a crecer, si puedo decir, en Paz y en Amor.
… Silencio…
Mis
palabras también serán pocas en este día, porque no es más el tiempo de ser
abrevados de palabras o de vibraciones, sino más bien de ser alimentados por
vosotros mismos, por vuestra Eternidad que está aquí, por vuestra Presencia,
por el conjunto de vuestros sentidos, como personas o más allá de toda persona.
Es el tiempo de la evidencia de lo que ya se produce en vosotros.
Desde hace
numerosos meses, como esto os ha sido explicado y desvelado, estamos en
vosotros, y de manera visible al exterior para aquellos que todavía están separados
de lo que son, estamos también, lo más
cerca posible de vuestra dimensión, manteniéndonos preparados, como vosotros,
para lo que está por vivirse.
Cada vez
más, como lo comprobáis, para vosotros como para el conjunto de mis niños,
dondequiera que estén, que me hayan reconocido o no, sólo queda el Amor o el
miedo. El miedo sólo es, y aún más ahora de hecho, el resultante de la
incertidumbre del Amor para vosotros. La Tri-Unidad del femenino sagrado
pretende iluminar estos últimos miedos, que sean los del mundo, de vuestros
cercanos, los vuestros o de las situaciones.
No
olvidéis - y eso se ve y se vive - que la Inteligencia de la Luz está cada vez
más activa, cada vez más presente, cada vez más manifiesta; incluso si para
vosotros esto se traduce por el miedo, poco importa. No se detengan, dejen
eclosionar lo que quiere eclosionar en vosotros, porque lo que florece en este
mundo, puede ser a veces doloroso, antes de la Salvación. Pero cualquier dolor
que sea, no es nada delante de lo que llamará la amplitud y la intensidad del
Amor.
Las
túnicas de Luz, eternas, os cubren ahora con más facilidad cada vez, vuestra Eternidad se manifiesta cada vez
más a vosotros, cualquiera que sea el resultado para vuestra persona, hasta que
os reconozcáis realmente en lo que Sois, mucho más que toda apariencia o todo
juego al cual todavía os adherís.
Así como
mis hermanas os lo dijeron, no hay realmente una conducta particular, no hay
técnica, no hay nada más que la rendición de todo lo que resiste, no luchando,
no oponiéndoos, sino realmente capitulando a toda resistencia y oposiciones que
no son vuestras. Lo mismo ocurre en la sociedad y en el mundo. Todo lo que está
caduco y lo que no es verdadero, se desintegra bajo vuestros ojos con una
intensidad cada día más grande. El miedo o el Amor, al grado de cada uno como a
escala del mundo, es lo que vuestros ojos y vuestros sentidos observan en este
momento.
Lo desconocido está a vuestras
puertas, la puerta de vuestro Corazón como la puerta del mundo. Los reajustes
necesarios se hacen por sí mismos, escapando en cierto modo a toda voluntad y a
todo control, pudiendo dar a priori la impresión de caos. Pero este caos sólo es el nacimiento de vuestra Eternidad,
la memoria que se despierta de lo que nunca pudo desaparecer, incluso si no lo
veis, incluso si no lo percibís, incluso si no lo vivís todavía. Vuestros sueños, las modificaciones
de vuestra misma persona lo traducen.
Puedo decir
entonces que todo se adecúa, que todo se prepara, y todo está ya listo, todo
está en orden. No existe ningún error, ninguna falta, ninguna confusión,
excepto para lo que ya está muerto y que desaparece.
Muchos de
entre vosotros están más que preparados para vivir mi Anuncio. Incluso aquellos
de entre mis niños, que se oponían de manera tal vez más virulenta a lo
ineluctable, dudan delante de la evidencia; incluso si todavía hay una negación
o una cólera, incluso si tenéis la impresión de que se puede negociar, la
aceptación colectiva está lista para ser desvelada y vivida.
Unos
elementos precisos os fueron comunicados por los Arcángeles, por los Ancianos;
yo misma intervine antes de Navidad. Vais a comprobar cada vez más a menudo que
todo se resuelve en el silencio de vuestro Ser, en el silencio de vuestra
persona.
No estáis
más ni en la preparación, ni en los preparativos, como ha sido dicho por el
Comendador, estáis en lo que llamó la actualización, es decir la precipitación
de manera visible de todo lo que fue anunciado por los místicos y profetas en
los siglos pasados. Todo esto se celebra bajo vuestros ojos, incluso si todavía
lo negáis. Las señales abundan en cada rincón de este mundo.
Puedo
decir que, para recuperar las expresiones del Comendador, la mariposa sale de
la crisálida y seca sus alas para tomar su vuelo en la Eternidad. Hicisteis
todo y nosotros hicimos todo, unos y otros, dondequiera que estemos, para que
esto pase de la manera más fácil que sea. Siempre dijimos - y además lo vivís -
que todo será retrasado, hasta el extremo límite, a fin de que el máximo de mis
niños tenga la oportunidad de vivir, con toda tranquilidad lo que ya está aquí.
El Manto
Azul de la Gracia, el Manto Azul de Mikaël, el conjunto de las estructuras
vibrales, dejan lugar en cierto modo, a esta vacuidad que os puede desconcertar
o a veces sorprender. Así como dijo Gemma, como nosotros todos lo hemos repetido,
cada cosa está muy precisamente en su justo lugar, en función del respeto de la
Libertad e incluso, para aquellos que así lo creen, al libre albedrío.
La Luz es
Amor y el Amor se queda y permanece Amor incluso delante de lo que podría
parecer a vuestros ojos, de ser terrible. Muchos de entre mis niños salen en
cierto modo de la linealidad del tiempo y se maravillan de lo que viven, tanto
en la naturaleza como entre ellos o en ellos mismos. La Gracia y los milagros
son cada vez más abundantes.
Numerosos
de entre vosotros, como dijo Gemma, perciben y sienten en ellos - que esto sea
en sueños, que esto sea por premonición o sensaciones - la llegada de la señal
celestial. Pero esto sólo es una apariencia, lo sabéis, que es un marcador para
vosotros, pero que es mucho más que esto. Así como os lo dije, el conjunto de
las circunstancias de los naves de la Confederación Intergaláctica, el conjunto
de vuestras vidas y vuestros sistemas presentes sobre la tierra, están ya
bañados, si puedo decir, en lo nuevo y la renovación. Sean indulgentes, con
vosotros primero y con cada uno de mis niños.
El perdón,
como ha sido dicho, es fundamental porque es el único modo, en lo que todavía
pueda resistir, para ver la realidad de uno de mis niños que se opondría a otro
niño pero que es vosotros. No se queden en las apariencias, no se queden en las
reacciones que eran lógicas hasta ahora. De hecho, no adopten ningún punto de
vista, ni el vuestro ni el de otro. Entren en la evidencia, la Luz os llama, de
manera a veces virulenta ahí también, pero todo lo que se celebra en este mundo
como en cada uno de vosotros, es sólo la finalización de vuestra Liberación.
Que tengáis un devenir o no en el seno de los Mundos Libres, en el seno de la
Fuente, en el seno del Absoluto, esto no hace ninguna diferencia. No hay ni
nadie a envidiar ni nada que temer. Más que nunca, y de manera flagrante ahora,
todo está en vosotros.
El mejor
acompañamiento sólo puede venir ahora de vosotros mismos, incluso si estamos
aquí, incluso si estás aquí, porque vosotros mismos sois nosotros y sois la
Luz. ¿Lo veis? No es más el tiempo de jugar los juegos de las apariencias, los
juegos de la búsqueda. No es más el tiempo de comprender, sino que ya es hora
de conocer, el interior. El requerimiento de la Luz os lleva a esto.
La llamada
de los Arcángeles, en el orden que os han sido dados y presentados por ellos mismos,
prepara a su manera la Tri-Unidad del femenino sagrado. Aunque estéis preparados,
aunque todo esté terminado y cumplido, quedan todos mis niños que están todavía
dormidos, pero no temáis, porque cada uno de vosotros pasará por la Verdad, por
el ojo de la aguja.
Si hay un
consejo que puedo dar a mis niños que todavía tienen miedo o que podrían
desesperarse por no vivir ciertos estados, os digo: «alíviense». Alíviense de lo
que os choca, de lo que no tiene ninguna sustancia comparado con la Eternidad.
A menudo mis hermanas Estrellas os dijeron, hace numerosos meses, de Amar y de
Vivir.
Sé
pertinentemente, tal vez, contrariamente a los Arcángeles que nunca pusieron
los pies sobre esta tierra, lo que es de dar a luz, lo que es de sufrir, pero
conozco también la Eternidad, conozco la fe, lo viví. Lo que viví en el sentido
de la historia incluso ilusoria de este mundo, a través de la separación con mi
hijo, es en este sufrimiento terrible que os forjáis. Porque algunos de entre
vosotros que están todavía dormidos necesitan de este fuego purificador y de
este sufrimiento para ver más allá y superar todo lo que se padece en el
conjunto de este mundo.
Algunos de
entre vosotros descubren, más recientemente que otros, la Verdad. A veces con
cólera, a veces con soltura. Así como también ha sido dicho, pongan siempre,
sin excepción alguna, el Amor por delante. Háganlo mejor que puedan. Incluso si
este amor está condicionado, póngalo por delante a pesar de todo, esto siempre
será mejor que nada.
Allí donde
estáis es exactamente lo que os hace falta, no para vuestra persona, no para la
satisfacción de vuestros placeres, de vuestros deseos, o la sedación de
vuestros sufrimientos, sino que todo concurre para el establecimiento de la
Verdad. Mi hijo lo había dicho, antes de su Regreso, que los tiempos serían
abreviados - las tribulaciones - y cada día que pasa sin que nada sea todavía
visible en vuestro cielo concurre a acortar los tiempos y a abreviar los
sufrimientos para el período que se extenderá entre mi Llamada y la disolución
final.
Experimentéis
lo que experimentéis, viváis lo que viváis, la Vida Una, es mucho más
importante que vuestras preocupaciones, que vuestras obligaciones, que vuestras
esperanzas o dudas. Todo lo que se celebra en vuestra vida forja vuestra
Eternidad, incluso si lo dudáis. No olvidéis, como os dijeron mis hermanas
antes de mí, que el Amor borra toda duda y toda cólera. El Amor es el único
bálsamo, y ampliamente suficiente diría, para vivir lo que tenéis por vivir,
tengáis lo que tengáis que vivir.
Es verdaderamente el tiempo de
acoger y de recoger lo que llamaría los frutos de vuestra eternidad en el seno
de este mundo. Mi hijo os lo había dicho: « Ámense los unos a los otros » así
como os ha amado, sin discriminación y sin favoritismo, sin exclusión tampoco.
Y decíos bien, hoy más que nunca, no podéis pretender encarnar el Amor que sois
cuando rechazáis algo de vuestra vida o de lo que la vida os proponga. Id más
allá de todo lo que pueda parecer oponerse, o frenar, o bloquear lo que sois.
Os recuerdo que la Luz y el Amor siempre serán simples. No necesitan de ninguna
explicación sobre vuestra vida en este mundo o sobre vuestra persona en este
mundo.
Sois los hijos del Amor, porque
toda creación es el resultado del Amor, incluso aquí en este mundo. La Libertad
que se ofrece a vosotros, sólo necesita que dejéis morir lo que no es Amor, sin
rechazar nada, sin renegar de nada. Así que estad seguros de que si adoptáis
estos preceptos, la alegría será palpable y visible en toda cosa, como en cada
uno de vosotros.
Todo está listo, como lo dije,
así que aprovechad cada minuto y cada aliento para estar todavía más en el seno
de vuestra eternidad, para estar todavía más en lo que el Amor os pida, sin
esfuerzo, ni de comprensión, ni de actitud, ni de acción, porque incluso si no
lo veis claramente, el Amor es evidencia y todo concurre, sin excepción, a
vuestra liberación. Y hasta diría: sobre todo si puede pareceros, desde vuestro
punto de vista personal, ir en contra de ello. No saquéis ninguna conclusión precipitadamente,
no proyectéis ninguna interpretación. Decid « sí » a la vida y « sí » al Amor,
y « sí » a la Luz. Este « sí » no viene
de vuestra persona, es un « sí » que debe venir de las profundidades de vuestro
corazón. Aceptad de no siempre comprenderlo todo, y aceptad también de no
siempre vivirlo todo, sobre todo si no vivís lo que os explicó mi hermana
Gemma. Porque incluso para vosotros, se realizará en el último momento, cuando
os llame.
No olvidéis tampoco, diría yo,
cada día que vivís, de estar en la Luz antes de dormir. Ocupándoos de vuestros
hijos, de vuestro trabajo, de vuestro esposo, de vuestra esposa, tened un
pensamiento de Amor, no para proyectarlo sino para estar alumbrados por
vosotros mismos desde el interior. Porque el cuerpo inmortal está ahora muy
próximo a vosotros. Algunos de mis hijos están ya liberados, lo sabéis, durante
diferentes ocasiones - cuando nació la Onda de Vida, durante algunos encuentros
con nosotros - y otros todavía no lo están, no lo saben.
Sed indulgentes y buenos con
todos ellos, intentando nunca hacer alguna diferencia o alguna distinción. En
cierto modo, si puedo decirlo así, cultivad el Amor que sois, dejadlo florecer,
sean cuales sean los esfuerzos para que florezca, sean cuales sean los
sufrimientos a veces. Acordaos también, en cada circunstancia, lo que es
esencial y lo que no lo es. Lo que no es esencial, es lo que pasa, lo que nunca
dura, como una emoción, como unos pensamientos, como unos traumatismos, unos
sufrimientos; inclinaos sobre la Alegría, inclinaos sobre la Verdad, no la que
pensáis comprender o ver, sino la que se vive.
Sacad provecho de los lugares
donde la Luz es omnipresente, en vuestro corazón, en la naturaleza, hasta en
las relaciones afectivas sean cuales sean. Sed espontáneos. De hecho, lo
observáis, para muchos de vosotros, que las cosas ocurren a menudo en cuanto
las pensáis, sin emprender nada, que sea para un encuentro, que sea para un
acontecimiento de la índole que sea. Debería demostraros que lo que está en
acción no sois vosotros, sino la Inteligencia de la Luz y la acción de Gracia.
Sacad provecho de estos tiempos
que tenéis para afinar cada vez más lo efímero y lo Eterno. No hay una mejor
manera de escapar de vuestra propia persona, de la influencia del tiempo, de la
influencia de la sociedad, de la influencia de los condicionamientos ligados a
los modos de vida. Lo dijimos de muchas maneras. Averiguadlo por vosotros
mismos. Como también se dijo, sea lo que sea lo que la Vida os dé u os quite,
no hay ninguna diferencia porque siempre habrá una Inteligencia de la Luz y la
revelación del Amor que aumenta día tras día. Puedo deciros también: hacerlo lo
mejor que podáis. No se os pide algo imposible, se os pide simplemente ser
justos y claros con vosotros mismos, la iluminación de la Luz os ayuda con
ello. Las resistencias que vuelven o que vuelven a manifestarse, os ayudan
también con ello y con nada más. No hay ningún castigo, sólo el establecimiento
total de lo que Es.
No os hablo siquiera de fe o de
oración, os hablo de la evidencia de lo que está allí. Así que si la Gracia os
inunda, dad gracias a la Vida, dad gracias a vuestros enemigos, a las
circunstancias dolorosas como a las circunstancias felices. En definitiva,
detrás de los velos de la persona que todavía sigue, no hay ninguna diferencia.
No olvidéis tampoco, como os dijo el Comendador hace casi un año, que todo lo
que veis afuera, todo lo que os parece externo, sólo puede ser visto porque
está presente en vosotros. No hay culpables, no hay víctimas, sólo están unas circunstancias
que no siempre son vistas en su finalidad y en su belleza. Pero nada de lo que
está ocultado refiriéndose a vosotros, como refiriéndose a este mundo, seguirá
en la sombra o seguirá ocultado. Es esto lo que se está produciendo en
vosotros.
Lo veis en la naturaleza, lo veis
a través de los encuentros que vivís con los pueblos de la naturaleza, lo veis
también con vuestras plantas que se transforman, lo veis en las nubes que ya no
son iguales, lo veis y lo vivís con la radiación del sol que no tiene nada que
ver con lo que era, lo veis con los cambios que ocurren en vosotros como
alrededor vuestro. Por supuesto, tenéis también muchos de mis hijos que parecen
a priori hundirse en los meandros de la materialidad. No juzguéis, porque sólo
expresan inconscientemente el miedo de la pérdida de sus ilusiones, de sus
sueños.
Estad sin inquietudes porque todo
es perfecto para cada uno de vosotros. Todo está ajustado, todo está en orden
incluso en el desorden aparente. Id, pues, más allá de las apariencias. Id,
como se dijo, cada vez más profundamente al Corazón de vuestro Corazón, allí
donde todo sucede. Porque si se produce en vosotros, entonces comprobaréis que
en definitiva nada se produce en el exterior, sólo la desagregación y la
desaparición de lo que está alterado. Tened confianza, no en vuestra persona ni
en nosotros, sino confiad en el Amor que sois. Aunque a veces no lo sintáis, o
no creáis en ello porque vuestra vida es difícil, no os quedéis allí. Porque si
estáis verdaderamente en el corazón del Corazón, no tenéis nada que esperar,
porque no hay ni pasado, ni presente, ni futuro, el tiempo, en estos casos, ya
no existe para vosotros.
Así y como mis hermanas antes que
yo os dijeron, incluso las necesidades fisiológicas se modificarán todavía más.
Acordaos que lo que fue anunciado por los profetas, aunque reducido en términos
temporales, es ineluctable e irreversible. Habéis obrado para ello. En
definitiva, los acontecimientos os invitan a veros sin juicio alguno, sin
prejuicio alguno, porque es lo que habéis elegido, incluso y sobre todo, diría
yo, si todavía no entendéis nada de lo que ocurre hoy.
No juzguéis. Acordaos, lo dijo
también mi hijo, y muchos otros después de él: « Con el juicio con que
juzguéis, os juzgaréis ». No hay ningún castigo. Incluso para aquellos que el
Comendador llamaba los chicos malos, porque son también mis hijos - aunque no
lo hayan visto. Han edificado alrededor suyo, unas paredes por culpa del miedo
a lo desconocido, el miedo a faltar, la necesidad de controlar, de apropiarse.
Incluso ellos - y sobre todo ellos-, no los juzguéis. Porque sea cual sea
vuestra eternidad vivida, no estáis todavía liberados de esta carne, aunque
seáis unos liberados vivientes, y todo lo que ahora se revela será todavía más
evidente después de la estasis, después de mi Llamada o durante mi Llamada.
Porque hasta el acto más opuesto al Amor, que sea de un hombre, de una sociedad
o de un grupo de hombres, sólo es una experiencia que está aconteciendo,
permitiendo el nacimiento del Amor, pero no podréis verlo mientras no estéis
liberados interiormente. Incluso esto no hay que juzgarlo.
Es por esto también que mis
hermanas Estrellas, así como los Arcángeles y el Comendador, os hablaron de las
virtudes del perdón durante este período, el perdón ante todo a vosotros
mismos, el perdón ante todo a los que se oponen a vosotros, a los que están en
la negación, a los que quieren perpetuar la ilusión.
Os volvéis heroicos, los héroes
del Amor. No requiere de ningún esfuerzo, al contrario de los esfuerzos que se
necesitan cuando resistís, aunque inconscientemente. Concibo que todavía para
algunos de mis hijos - incluso para muchos -, el mundo de las emociones, el
mundo mental, el mundo de la ilusión, sean la única realidad que conozcan. Pero
incluso en esto, no podrá haber ninguna incomprensión por nuestra parte, ni por
ellos, llegado el momento.
No tengo más palabras que añadir.
El Fuego del Cielo se une al Fuego de la Tierra y lo transmuta. Esta alquimia
sucede en vosotros. Es vuestra resurrección. Es vuestra liberación; dejad que
sea. La Tri-Unidad del femenino sagrado no tiene que ser llamada, al igual que
la Tri-Unidad arcangélica, está allí en el momento en que soltáis -
instantáneamente. No hace falta siquiera formular una petición, o rezar una
oración, sólo hay que dejarla nacer en vosotros, para que aparezca en vuestro
verbo, en vuestros ojos, en vuestros gestos, y en la realidad de vuestro
perdón. Acordaos de que no hay ningún culpable, porque toda vida es Amor,
incluso en este mundo - y sobre todo ahora.
Así que permitidme, aquí y allí
donde estéis, de hacer silencio ahora y de comulgar en el Corazón de Cristo, en
el Espíritu del Sol y en el Coro de los Ángeles.
…Silencio …
Quedemos así, en el infinito de
la Verdad. Si me habéis escuchado o si me habéis leído, deteneos, quedaos
tranquilos y acoged.
…Silencio …
Os dejo ahora en este Corazón del
Corazón, en la Paz de la Eternidad, y permanezco en vosotros. Estéis donde
estéis, quedaos así el tiempo que queráis y mientras el tiempo no exista.
Alimentaos de ello, es lo que sois. Y a cada uno os abrazo, el abrazo de una
madre que os ama y que siempre perdona a su hijo, porque esto es la regla del
Amor. Os amo a todos, sin condición, estéis donde estéis.
…Silencio …
Id en paz.
…Silencio …
Estoy con vosotros para la
eternidad. Seáis quienes seáis, o quienesquiera que creáis ser, o en lo que os
convirtáis, porque sois la Vida, sois la Verdad y sois la Vía. Adiós.
…Silencio …