MA ANANDA MOYI
Marzo de 2016
Soy Ma Ananda Moyi y saludo en vosotros la
Eternidad y el Amor.
… Silencio…
Vengo a expresar mediante algunas palabras, por mi
Presencia, el contenido de lo que llamaré la nueva Tri-Unidad femenina, de la
cual represento el primer componente, como portadora de la vibración AL, la del
Fuego. Vendrá después de mi, mi hermana Gemma, segundo componente de la
Tri-Unidad del femenino sagrado. El tercer componente, por supuesto, será María.
Intervenimos pues una después de la otra, al igual que los Arcángeles, ayer, compartieron
unas informaciones sobre la Tri-Unidad arcangélica y sobre todo una vivencia.
Esta vivencia, hoy, sale del mismo fundamento y concierne por supuesto a la
creación sagrada, a la co-creación sagrada consciente y también a lo que ha
sido llamado el femenino sagrado.
En este mundo humano de superficie, el principio
femenino siempre acogió a la vida en su seno y le permitió desarrollarse. La
Tri-Unidad es, yo diría, en cierto modo la última forma y la última
manifestación de cualquier personalización, de cualquier función, permitiéndoos
probablemente de acoger en vosotros la totalidad de la Creación y de lo
Increado que sois, desembocando en la Liberación, y para muchos de vosotros,
sobre la Ascensión propiamente hablando.
Vengo entonces a deponer y depositar en vosotros,
por mi Presencia, mis palabras y nuestro encuentro, aquí y en otras partes, que
permitirán de preparar, si puedo decir, y de vivir, vuestra propia desaparición
y la actualización cada vez más precisa, en vuestro plano de conciencia todavía
presente, lo que ha sido llamado por María y por muchos interventores: el mecanismo
de los tres días o de la estasis. Algunos de vosotros, además, ya viven estos episodios
de estasis, de éxtasis o de intasis, en diferentes ocasiones.
La Tri-Unidad del femenino sagrado os dará a vivir
las primicias o la totalidad de lo que representa, en cierto modo, la última
preparación, haciéndoos vivir la Promesa y el Juramento. Para algunos de
vosotros, tal vez más raro, esto se traducirá también por un desempeño no
decidido pero vivido, de todos los compromisos y de todas las obligaciones
ligadas a la existencia de una persona sobre este mundo.
Para los de vosotros a los que esto ya ha llegado o
está en proceso de manifestarse, sabéis pertinentemente que no hay huida de la
realidad por vuestra parte, ni una
negación de esta realidad ilusoria, sino más bien un estado de ser, que
trasciende realmente y concretamente, a pesar de la presencia de vuestro cuerpo
y de vuestra conciencia limitada, toda noción de persona y toda noción de
acción en el seno de este mundo. Es en estos momentos, si los vivís, que sois lo
que Sois, en Luz y en Verdad. Después de las llamadas de la Luz y los
requerimientos de la Luz, viene la actualización total de la Luz. La Tri-Unidad
del femenino sagrado hace de vosotros una copa, un receptáculo de lo Divino y
de lo Sagrado.
Tuve la oportunidad en numerosas ocasiones, durante
todos estos años terrestres pasados, de hablaros del Fuego, de la reversión del
alma, del éxtasis. Entonces diría que para algunos de vosotros esto ahora se va
a verificar, cuando la Luz os proponga de Serlo y de vivirlo, cualquiera que
sea la agitación del mundo o la agitación de vuestra propia persona o de
vuestra propia vida. Así que muchos vivirán momentos cada vez más intensos en
el seno de la Morada de Paz Suprema, sin quererlo, sin desearlo y sin buscarlo.
Esto os acercará siempre más a la disolución final, colmará a vuestra persona,
de Vida, de Amor, de Felicidad. Seréis colmados sin poder identificar
necesariamente una forma, una Presencia, sino más bien el aspecto de la Luz que
viene a crear la realidad Eterna que ya está, como lo sabéis, presente.
Hay pues una forma de revelación cada vez más
grande de la inmensidad de lo que Sois. Lo sabéis, esto no pasa ni por el
mental, ni por la emoción, ni por la energía. La vibración del Fuego, por
supuesto, podrá estar presente y cualquiera que sea su intensidad, no os podrá
molestar, porque vuestra conciencia será absorbida en este éxtasis indeleble de
la Verdad.
Esto se manifestará para vosotros como una forma de
salida de la ilusión, sin rechazo de lo que sea de este mundo. Podréis entonces
verificar por vosotros mismos lo que Sois, y también verificar por vosotros
mismos, si estáis en adecuación con la Verdad. No solamente como una forma de aclaración, como es el caso, sino más bien
como una evidencia que no necesita de ninguna interpretación, de ninguna
proyección y que no necesita de ninguna aclaración. Ahí está Shantinilaya.
Para los de vosotros que lo vivirán, no habrá
posibilidad de escapar a esto. Es en cierto modo el momento en el que lo que
pueda todavía quedar aún de resistencia o de dolor en vuestra Presencia y en
vuestra conciencia desaparecerán, en el momento en que esto se produzca, pero
tal vez también después.
No os puedo dar técnicas, ni respiratorias, ni
otras, ni movimientos, pero observareis que esto ocurrirá en el momento, como
fue explicado hace varios meses, cuando las percepciones de vuestro cuerpo y de
vuestra conciencia se apagarán por sí mismas, sin buscarlo, en esos momentos.
Esto aumentará vuestra paz y vuestra felicidad sin
objeto, vuestro resplandor, sin buscar nada. Comenzareis entonces, de manera
concreta, a vivir vuestra vida en este mundo, en lo que hay que vivir, sin
estar afectados por cualquier historia que sea, sin estar afectados por una
condición cualquiera que sea, dándoos a vivir la Libertad y la Autonomía de la
Luz y haciendo de vosotros, como he dicho, este receptáculo perfecto para Aquel
que viene y también para vivir lo que está por vivirse en la última fase de
esta 3ª dimensión. Entonces simplemente os quiero dar algunas referencias.
Una de estas referencias que, hay que decirlo,
sobrevendrá más fácilmente si estáis alineados previamente sin buscar nada, es
la percepción de lazos, como fue el caso hace varios años, a nivel de los
tobillos. Pero estos lazos no están allí para impediros, como fue el caso hace
algunos años, de acceder al cuerpo de Êtreté sino más bien, en cierto modo, para
fijar el cuerpo de Êtreté en su manifestación aquí mismo, haciéndoos trascender la percepción de
la vibración, la vibración de las Coronas, e incluso el sentido de estar en
contacto con una forma de Luz o una conciencia de Luz viniendo de nuestros
planos. Todo desaparecerá. Habrá por supuesto otras señales.
El segundo signo que aparece es una modificación
importante y espontánea de vuestra respiración. Vuestro cuerpo entero, antes de
desaparecer, se volverá esta respiración. El inspirar y el expirar se
acompañarán espontáneamente de un sentimiento de ensanchamiento y de
contracción, condición previa a la desaparición de las señales del cuerpo y de
vuestra consciencia. El punto de vista entonces, el emplazamiento de la
conciencia en este momento, no será más tributario de ninguna forma, de ninguna
historia, de ningún sufrimiento, ni incluso de ningún devenir o porvenir. La
inmersión será total en el seno del instante presente, del Aquí y el Ahora.
Vacíos de vosotros mismos, descubriréis lo que sois « seréis el Amor », más allá
de toda condición y de toda prerrogativa de este mundo. Volverse este
receptáculo, es participar del regreso del Cristo. Es participar de manera
concreta en la Ascensión de la Tierra y en la Ascensión de los hermanos y
hermanas, aquellos que están en el umbral y a la puerta de esta transformación.
Cuando esto os caiga encima, no podréis discutir lo
que se produce, de ninguna manera. No tenéis que percibir, necesariamente, una
de las Coronas o una Presencia a vuestro lado. Sois vosotros mismos con vosotros
mismos, más allá de todo velo y más allá de todo lo que pueda haber de la
historia de este mundo, incluso en este período.
Los efectos se sentirán, sobre todo, en el momento
de la vuelta a vuestro estado normal. Notaréis muy fácilmente que, en ese instante,
vuestro corazón está lleno de perdón, de evidencia, durante un tiempo más o
menos largo, según la repetición de estas secuencias que, os repito, no las
podéis decidir vosotros dentro de vuestra persona, sino que se impondrán ellas
mismas, independientemente de su duración, de la hora y de cualquier
circunstancia o condición porque nada puede frenar el Femenino Sagrado.
Esto os hará ver también, que la Fuente de la Luz no
está en otra parte, en el cielo o en nuestras dimensiones, sino que está
íntegramente presente (como os hemos dicho siempre), en lo que sois. Todos
vuestros comportamientos, toda vuestra vida, todas vuestras relaciones, se volverán
trasparentes completamente. No podréis estar afectados ya por ninguna herida ni
por ninguna reacción hacia vosotros mismos. Por supuesto, es lo mismo que
algunos habéis visto probablemente a través de imágenes o vídeos, que emanaba
de mi persona. Esto no es ni un juego ni un papel, es la evidencia que se
instala. Tendréis cada vez más fuerza y cada vez más evidencia.
Entonces, os daréis cuenta de un cambio, sin
precedentes, de vuestras necesidades fisiológicas, sin buscar nada, sin querer
nada, porque en ese momento lo veréis todo claro. No tendréis que plantearos
ninguna pregunta de nada relacionado con cualquier tema y se realizará el
estado Crístico, totalmente. Los aspectos vibratorios de la conciencia pueden
amplificarse después de este estado y de esta experiencia y algunos de vosotros
notaréis muy rápidamente, incluso la primera vez, que es la única realidad, que
lo demás no es estable, no es sostenible y, sobre todo, no representa nada ante
los ojos de lo que os convertís, ante los ojos de lo que ya sois, los que ya lo
habéis vivido.
Hace unos meses, mi hermana María, os habló sobre el
período de la Navidad, así como el Comendador. Por supuesto, durante este año
2016, existen períodos más favorables; los conocéis tan bien como yo, no voy a
nombrarlos. Ya se trate de los solsticios, de los equinoccios o de las llamadas
fiestas religiosas, hay algo que se despliega en vosotros más allá de la
historia, de algo eterno, de algo que no falla nunca.
Vuestras acciones no estarán ya dictadas por la
menor depredación. Notaréis también que os ponéis en el lugar del otro muy
fácilmente, sin quererlo. Vuestro punto de vista no será ya vuestro punto de
vista ni el del otro, sino un punto de vista intermedio que no depende de una
forma, de una historia, de una relación o de confrontación alguna. La mejor
palabra es “evidencia”. Y esta “evidencia” no sufre ninguna interrupción por el
mental o por cualquier emoción.
Muchos de vosotros, antes de este período, antes
incluso de la Llamada de María, llegaréis a estar saturados de alegría, saturados
de felicidad, independientemente de toda circunstancia o de toda historia. En
ese momento la vacuidad será perfecta, la trasparencia más evidente; la
humildad, la simplicidad, si no es ya el caso, se volverán cotidianas sin
esfuerzo, sin quererlo, sin buscarlo. Entonces tendréis vuestro Templo,
completamente vacío, quedando limpio íntegramente. En ese momento desaparecerán
de vosotros los cuestionamientos. Aceptaréis la Vida, con todo lo que pueda
traer a vuestra conciencia. No habrá ya ni ira, ni tristeza, ni miedo; sólo
existirá la Verdad desnuda. La quintaesencia de lo que sois, está por tanto
aquí, en este plano. Es la oportunidad de vivir esto, en estos tiempos tan
reducidos.
Los Arcángeles os han hablado de la Tri-Unidad;
nosotros os hablamos de nuestra Tri-Unidad y eso os conducirá a todos vosotros
a la estasis, pero antes, a la verdadera libertad. Esta experiencia directa, no
será ya una experiencia, sino una revolución, una transubstanciación total, de
lo que erais antes. Todo será liviano, sin buscarlo. Nada podrá afectar este
estado de completa alegría y felicidad sin objeto. Estaréis saturados de
Alegría como habéis podido ver en imágenes mías cuando estaba encarnada. Sea
cual sea vuestra edad, vuestra historia pasada, vuestra asignación vibral, la
pureza es tal que ninguna zona de sombra podrá permanecer o alteraros, tanto en
el cuerpo como en vuestros pensamientos o emociones. Os repito también (algunos
de vosotros ya lo experimentáis) que la agudeza y la intensidad estarán cada
vez más presentes y, en ciertos casos, más y más invasivas.
Pero esta invasión no es una violación de vuestra
persona o de vuestra historia, sino una trascendencia real de todo lo que se
había adherido hasta el presente, incluso sin creencias. Veréis que, en
realidad, no hay diferencia entre el hermano y hermana que amáis y el hermano o
hermana que os irrita o desagrada. No veréis ya diferencia entre cualquier
hermano o hermana de vuestro plano y nuestras Presencias. Habrá una unificación
total, donde no habrá ya necesidad de nombrar o identificar lo que sea o a quien
sea.
Os he dicho que habría algunas señales previas a
este último derrame de Luz. Por lo general, en el orden que he dado, pero no
siempre. La sensación de ataduras en los tobillos, que quizá no habéis sentido
nunca y que, hasta ahora, limitaba vuestros mecanismos de expansión de la
conciencia hasta el cuerpo de Êtreté. Eso significa, en otras palabras, que el
cuerpo inmortal, el cuerpo sin costura, el cuerpo de gloria, toma el lugar
definitivamente aquí, incluso donde estáis, en esta carne, realizando así el Juramento
y la Promesa, pero también la Resurrección del Espíritu, la transmutación de la
carne y de vuestra persona.
La respiración tendrá esa amplitud. La vibración
puede desaparecer desde ahora o, al contrario, intensificarse. Los sonidos
percibidos en vuestros oídos, se volverán cada vez más fuertes y más agudos,
acercándose inexorablemente al Coro de los Ángeles y al Espíritu del Sol,
descubriéndolos en vosotros, encarnándolos más allá de vuestra forma y de
vuestra propia encarnación.
Recordad también que, a partir de ese momento, no
puede existir la angustia de la desaparición, de muerte, del
sufrimiento o de aprensiones. Sólo hay evidencia de la Alegría, de la vacuidad
y de la trasparencia. Al salir de esta experiencia, de estos estados,
conservaréis la alegría. Notaréis, sin dificultad y de manera espontánea, lo
que se llamó hace tiempo, la “visión de Corazón”, visión, no en el sentido en que
vuestros ojos puedan percibirlo, sino una visión directa que no tiene necesidad
ni de forma ni de color, ni de ideas ni de pensamientos, ni de emociones, ni de
vuestro cuerpo. Es entonces, cuando estaréis instalados en el Silencio del
corazón del Corazón.
Tened presente que no podéis buscarlo. Esto no depende de vosostros, esto
no depende de ningún ejercicio, incluso en el seno de la danza del Silencio o
del yoga de la Unidad. Diría incluso que esto corresponde al momento en el que
abandonáis toda vigilancia y toda atención hacia vosotros mismos, hacia vuestro
cuerpo, hacia vuestra vida incluso. No podéis buscarlo pues eso significaría
para vosotros una huida ante la vida. Conviene muy al contrario dejar que la
copa se llene sola. No desear nada, no pedir nada, no querer sentir ni percibir
nada. Hacer caso omiso de vosotros mismos en cierto modo. Esto se sitúa más allá
de lo que habéis llamado alineaciones, meditaciones u oraciones. Bien podría
ser aquella oración silenciosa del corazón, que nada pide y que se encuentra a
sí misma.
El Fuego del Corazón pondrá fin al fuego vital, lo que explica desde ya por
lo demás – y desde hace muchos meses – vuestras fluctuaciones a nivel de humor,
de energía, de moral y de la mente, pese a las certidumbres interiores y las
experiencias ya vividas para muchos de vosotros, en relación con las Coronas,
con el Canal Marial, con los mecanismos nuevos de conciencia existentes desde
hace algunos años concernientes a las comuniones, las fusiones, las
disoluciones. Ya no dependéis de nada, ni de una Estrella, ni de una Puerta, ni
de una vibración. Es la desaparición de todo eso que os permite dejar atrás los
últimos estratos de reflejos de supervivencia o de reflejos de orgullo
espiritual al creerse esto o eso otro. Descubriréis entonces – de no ser ya el
caso – la exactitud de ciertas palabras de algunos Melquisedecs: aceptar ser
nada aquí para serlo todo allá.
Tened presente que no podéis renunciar por cuenta propia sino que la
renuncia os sorprenderá en el momento oportuno para vosotros. No hay nada que
hacer. En esos momentos no hay nada que observar, nada que mantener, nada que
ver, nada que percibir. No existe siquiera voluntad alguna de desaparición, de
meditación o de alineación sino la evidencia de la Verdad, la evidencia de la
vacuidad, que permite acoger el canto de la Creación y también acoger en
vuestro interior al que fue llamado y que llaman con el nombre de Hercóbulus o
los diferentes nombres como se le conoce.
Esta evidencia se tornará tan natural como el hecho de respirar el aire, de
alimentaros y se convertirá en algo cada vez más espontáneo. No podréis ni
oponeros a ella ni reforzarla. Tal es la acción de la última personificación
llamada Tri-Unidad del femenino sagrado, que os regresa a la fuente de la
Creación y al instante previo a toda creación y abarcando todas las creaciones,
a la que un interviniente de voz fuerte llamó el Absoluto o el Parabrahman,
demostrando (si lo experimentáis) lo pueril que es la búsqueda espiritual, lo
pueril que es toda búsqueda y toda comprensión.
Volveréis a ser entonces verdaderos
niños libres y autónomos, inscritos en totalidad en el instante presente,
fueren cuales fueren las cosas a realizar en vuestra vida y en vuestras
responsabilidades. Vuestra mirada dejará por siempre de ser la misma. No os
preocupéis, pues esto será notado por vuestros cercanos y tened presente que no
hay nada que explicar – en absoluto – ni nada que demostrar, solamente estar
ahí, si esto os pasa. Lo demás será efecto de la Gracia, de la Inteligencia de
la Luz y de Cristo. El Espíritu del Sol, el Coro de los Ángeles cantarán
permanentemente en vosotros, vuestras células revivirán ; lo percibiréis.
Hay pues un aumento y un acercamiento de la Eternidad y de lo efímero. Hay
incluso superposición, como bien sabéis, pero esta vez es una superposición de
la misma conciencia con sus diferentes estratos hasta la a-conciencia, de donde
emana todo gozo y toda felicidad. Cristo lo dijo en aquellos tiempos:
« Buscad el reino de los cielos que está dentro vuestro y lo demás os será
dado por añadidura ». La diferencia es que ahora ya no tenéis ni siquiera
que buscarlo sino solamente revelarlo y dejarlo ser, dejarlo actuar, ponerlo
delante en cada circunstancia, en cada encuentro, en cada momento.
La paz entonces irá en aumento cada vez más. Los momentos de desaparición
serán vividos sin aprensiones, sin señales y sin perturbaciones. Os iréis
llenando más y más con esta Luz inefable de Amor y de Verdad. No estaréis más
atados por las reacciones humanas, por las obligaciones, por los papeles que
desempeñáis, incluso en el seno de vuestra familia. Como bien comprendéis, esto
irá alcanzando más y más importancia. Esto corresponde directamente a las
Tri-Unidades nuevas, que vienen a calcarse sobre la nueva Eucaristía,
obviamente con el acercamiento más y más tangible de Aquel que puede
manifestarse en cualquier instante ahora – Nibiru – y también con María, en los
momentos de su Llamada.
Si vivís esto, entonces no os preocupéis más por vuestro futuro, por
vuestro devenir, por un rol cualquiera pues no saldréis más de ese estado de
gozo y de felicidad, que es lo único que importa. Lo demás os parecerá tan
lejano, tan fútil y tan inútil.
Lo vivido por los más grandes místicos de la tierra lo vais a vivir de la
misma manera. Algunos levitarán, otros se bilocarán, otros se extasiarán en un
gozo más allá de todo sexo y que supone un transportre para el alma, de existir
ella todavía, en el Fuego del Espíritu, en el bautismo del Espíritu y en la
revelación de éste.
Hay entonces – antes siquiera de la Llamada de María – para más y más
hermanos y hermanas, este vuelco que ocurre de manera súbita, espontánea, y que
pone fin a todo motor de sufrimiento, a toda ilusión de ser una persona o a
toda ilusión de ser de este mundo. Por lo demás, comprobaréis vosotros mismos
que - tras experimentarlo - no necesitáis nada más que no sea estar en el Amor.
El sentido de una ventaja personal en cualquier nivel que sea dejará de
existir. En verdad, ni siquiera sentiréis necesidad de prestarnos atención, de
oírnos. Solamente estaréis con ganas de estar ahí y de experimentar esto porque
– más allá del estado y de la experiencia inicial – esto permanecerá en
vosotros y se hará más y más presente, poniendo fin a toda persona, a toda
historia. Os habréis convertido entonces no en la acción de Gracia o el estado
de Gracia sino que seréis vosotros mismos la Gracia, de no serlo ya.
Cada día que pase habrá más y más oportunidadaes hasta el avistamiento del
signo en el cielo. Estaréis insensibles ante la algarabía del mundo a la vez
que estaréis presentes y estaréis amables sin quererlo, sin pensarlo, porque no
habrá otra conducta posible que no fuese tender la mano, abrazar, mirar y amar
a quien llore, a quien sufra, a quien muera, a quien parta. El mismo amor
estará presente en todas partes, miréis donde miréis, hagáis lo que hagáis. Esta
liviandad no es palabra hueca pues ocupará todo el espacio de vuestra vida y os
convertirá en lo que llamamos en Oriente unos bodhisattvas, es decir seres
realizados, liberados, despreocupados de la opinión ajena, despreocupados de la
opinión propia, ocupados solamente en lo que la Vida os propone hacer sin la
más mínima pregunta, la más mínima interrogación ni la más mínima duda, por
supuesto.
Llamo vuestra
atención sobre los momentos previos que ya fueron evocados, es decir las
llamadas de la Luz que ahora ya no ocurren a determinadas horas sino cuando
sea; pueden incluso despertaros por la noche. En ese momento, observáis que
estáis sudando, que tenéis calor, que tenéis frío. La regulación térmica, la
regulación corporal en todas sus funciones, se modifica ampliamente en ese
momento. Pero acordaos que lo esencial de todo esto, es esta alegría que crece,
esta felicidad indecible que se manifiesta. Incluso os distanciaréis de lo que
pueda quedar todavía de vuestra persona presente con respecto a vuestros
humores, que calificabais antes de habituales, que sea la búsqueda de placer,
que sea la ira, que sea el resentimiento, que sea incluso los miedos. Todo esto
pasará, realmente y concretamente, sin afectar vuestra conciencia, reunificada
en cierto modo.
Será mucho más que
las experiencias vividas de Unidad, tal y como Gemma, mi hermana, os lo ha
descrito hace muchos años, porque este estado será vuestro estado natural y
vuestro estado permanente cada vez más. El mundo os sonreirá. La fluidez no
será ni buscada, ni evocada, se volverá también evidente. Nada podrá resistirse
a vuestra alegría, ni en vosotros, ni fuera de vosotros. Nada podrá oponerse
tampoco a la Verdad y al resplandor de la verdadera Luz.
Os instalará
completamente en el instante presente y os hará disponibles al aquí y al ahora,
a la Última Presencia. Será perceptible, no sólo para vosotros sino para todos
los que estén alrededor vuestro o que vayáis encontrando. Incluso un
desconocido actuará con vosotros de una manera completamente diferente, sin por
supuesto saber el por qué.
El Femenino sagrado,
la co-creación consciente y la nueva Tri-Unidad femenina, son el origen de toda
creación, el origen de la Fuente y vuestro origen.
Seréis indiferentes a
los furores del mundo, a los furores de los elementos. De ninguna manera os
afectarán, y al contrario, veréis más el furor del mundo desencadenarse, más a
los Elementos desencadenarse, más ira, dudas, miedos alrededor vuestro, pero más
os quedaréis y permaneceréis en esta paz, sin buscar nada, sin cerrar los ojos,
sin actuar, sin querer nada.
Los contactos maravillosos,
para algunos de vosotros, que habéis vivido con los pueblos de la naturaleza o
con nosotros, ya no serán de ningún interés, porque habréis comprendido que
todo está ahí, en vosotros, y que el mundo es lo que sois, y que no hay nada
más que vosotros, y que el otro es sólo una parte de vosotros, o la totalidad
de vosotros, dándoos la ocasión de emanar e irradiar esta paz y esta alegría
sin intención alguna, sin esfuerzo alguno.
Así que acordaos, si
sentís vuestros tobillos apretarse, si la respiración empieza a pasar, como fue
explicado, a nivel celular, si algún calor o algún frío os invade de manera muy
intensa, independientemente de alguna enfermedad o temperatura, entonces se
acerca a vosotros, revelando a Cristo, revelando la señal celeste, y revelando
sobre todo la totalidad de la Eternidad.
Volveréis a
descubrir, si no es ya el caso, la simplicidad de la Infancia. Cristo decía: «
Felices los simples de espíritu, pues de ellos es el Reino de los Cielos ». Ya
no tendréis más reivindicaciones y estaréis plenamente vivos, con el mismo
interés por cualquier cosa y por cualquier persona, por cualquier acción que
llevéis.
Desde ahora, aquí
como en cualquier parte, escuchándome, leyéndome, ya puede aparecer en
vosotros. Dejad que se haga, dejad que sea. No pidáis nada, no proyectéis nada.
Estad disponibles, sin petición y sin espera, y dejad la obra de la Luz
finalizarse en vosotros, si no se ha hecho ya.
Saldréis de la
espera. Saldréis de la esperanza. Saldréis de toda duda. Sólo esta Luz y este estado
serán la verdad, porque ésto es la Verdad.
Así que desde ahora
podemos comulgar con esta idea, con esto, y dejar a la Luz Ser, desde ya. No
pidáis nada, no observéis nada, no os preocupéis de nada, dejad a la vibración
aparecer, desaparecer, es igual. El fuego puede alcanzaros, el frío puede alcanzaros.
…Silencio
…
Abandonad toda
veleidad de controlar algo en este proceso, sed el receptáculo perfecto.
…Silencio
…
El corazón, en ese
momento, podrá tener algunos fallos. Podrá volverse ardiente e incluso a veces
dar la impresión de estar como comprimido. No os detengáis con estas señales y
estos síntomas, salvo por lo que os comenté respecto a los tobillos, o a la
respiración por ejemplo.
Y ahí, Shantinilaya
se desplegará con firmeza, con una evidencia tal, que incluso los conceptos que
hasta ahora fueron vividos como de Cristo, de un Arcángel, no representarán
nada, no porque sean inútiles, sino porque lo que se manifieste entonces, lo
englobará tanto y será tan vasto que no habrá más sitio para una manifestación
parcelaria de la Vida, sino simplemente la Vida en su totalidad - que no
depende, como lo sabéis, de ninguna dimensión, de ningún origen estelar y de
ningún linaje estelar, ni de vosotros mismos, ni de ninguna situación o de
ningún amigo o enemigo. Viviréis en ese momento lo que es la Libertad
verdadera.
Por supuesto que
algunos de vosotros ya lo han vivido sin siquiera poder definirlo con palabras.
Pero la aproximación de Hercóbulus, que está a punto de girar alrededor del
Sol, es un elemento de mayor importancia en el proceso que está desarrollándose,
y nosotras, las Estrellas, sólo lo acompañamos en vosotros, con nuestra propia
resonancia, como lo hicieron los Arcángeles.
Ya no os hará falta
nombrar, llamar, discernir, preguntar, sólo estar ahí en el Amor. Si el alma
sigue todavía presente, vivirá su vuelco definitivo y su consumación en el
Espíritu de la misma manera. No habrá ninguna imagen, no habrá ninguna
sensación, sólo estará la evidencia. A esto Cristo se refirió cuando dijo que
llegaría como un ladrón por la noche, creando la última transformación del juego
ilusorio de los roles en el seno de este mundo, e incluso del juego, diría yo,
de la Ascensión o de la Liberación.
Descubriréis
entonces, realmente y concretamente, que siempre fuisteis libres y que sólo
vuestra persona hacía obstáculo a la Verdad, y el mundo también. Pero no habéis
rechazado el mundo, habéis seguido en este mundo.
No lo veáis como una
recompensa, no lo veáis como una depuración, sino como la culminación de la
Llamada de María, que lo hayáis vivido hace ya muchos años cuando María os
llamaba, u otra hermana, por vuestro nombre, que lo viváis ahora o desde hace
poco tiempo, o que todavía no lo hayáis vivido, no hará ninguna diferencia.
Comprobaréis también
en esos momentos, y después, que incluso lo que era habitual en vosotros, que
se refiera a los miedos, a los límites, ya no se sostienen y representan unos
pesos que se evacúan por sí solos, sin buscarlo, sin quererlo. Luego, quizás
observaréis entonces que las últimas Puertas que no habíais sentido al nivel de
vuestro cuerpo se vuelven sensibles, incluso a veces dolorosas. Pero ahí
también, este dolor no será percibido como un dolor, ni siquiera como una
molestia. Simplemente no será lo que sois, aunque os afecte. Ya no os
identificaréis con nada. Ahí está la verdadera Libertad.
Vuestra sonrisa será
totalmente independiente de las circunstancias. Seréis la calma en la tempestad
exterior. Seréis lo indecible cuando todo vacila. Ahí está la Verdad. Es hora
de vivirlo, es hora de decir Sí.
Muchos Melchisédech y
algunas Estrellas os dieron los principios de la humildad, de la infancia, de
la sencillez, con el fin de ayudaros a caminar en los meandros del intelecto. E
incluso esto, ahora, no tiene ya sentido, porque cuando se vive, no hay nada
que justificar, no hay nada que tranquilizar.
Entonces me propongo,
aquí como en cualquier parte, en este momento de mi intervención y de las
palabras que os dí, de dejarlo instalarse, si lo queréis, juntos o solos, es
igual. Porque ya no estaréis nunca más solos. Hagámoslo, si lo queréis, ahora,
mientras detengo mis palabras, unos instantes. Poned vuestros cuerpos cómodos
con el fin de que no os molesten. No pidáis nada, no evoquéis nada, y hasta
diría, no observéis nada. No intentéis señalar nada, no intentéis comprender
nada, dejad la evidencia instalarse.
...
Silencio …
Sea lo que sea lo que
se produzca, no os intereséis por ello. Permaneced vacíos.
...
Silencio …
Soy Ma Ananda Moyi,
bendigo y comulgo en cada uno de vosotros, en la misma Unidad y en la única
Verdad.
...
Silencio …
Hasta luego.